miércoles, 30 de junio de 2010

Profundizar en el amor

Existen dificultades para profundizar en el amor, porque cuanto más profundizas, más te pierdes a ti mismo; surge el miedo, un temblor se apodera de ti. Empiezas a evitar la profundidad del amor porque la profundidad del amor es como la muerte. Creas barreras entre tú y tu amada porque la mujer se parece a un abismo -y lo es- y puedes ser absorbido por él. Naciste de una mujer; ella puede absorberte. Eso es lo que temes. Ella es el útero, el abismo, y si ella puede darte la vida, ¿por qué no la muerte? Una mujer es peligrosa, muy misteriosa. No puedes vivir sin ella ni con ella. No puedes alejarte mucho porque cuanto más te alejas más ordinario te vuelves. Y no puedes acercarte en exceso, porque cuanto más te acercas... desapareces.

Éste es el conflicto de todo amor. De modo que haz de alcanzar un compromiso: ni te alejas mucho, ni te acercas mucho. Estás en un punto medio, equilibrándote. Entonces el amor no puede profundizar. La profundidad se alcanza solamente cuando abandonas todos los miedos y te lanzas de cabeza. El peligro está ahí y el peligro es real: el amor matará tu ego. El amor es el veneno del ego; para ti es la vida, pero para el ego es la muerte. Haz de dar el salto. Si dejas que crezca una intimidad, si te vas acercando más y más y te disuelves en el ser de una mujer, entonces ella no será solamente extraordinaria, se convertirá en divina porque se convertirá en una puerta hacia la eternidad.

Y lo mismo le ocurre a la mujer con el hombre. El problema es que si ella se acerca a un hombre, el hombre empieza a escapar. Porque cuanto más se acerca la mujer, el hombre se asusta más. Ningún hombre tolera a una mujer que lleve la iniciativa. ¡Eso significa que el abismo se te está acercando!

De modo que una mujer ha de esperar. Y si espera, entonces surge otro problema: parece que es indiferente. Y la indiferencia puede matar el amor. No hay nada más peligroso para el amor que la indiferencia. Incluso el odio es bueno porque al menos mantienes alguna clase de relación con la persona que odias. El amor puede sobrevivir al odio, pero el amor no puede sobrevivir a la indiferencia.

El amor necesita madurez, necesita un tiempo para asentarse, necesita intimidad, necesita una profunda confianza, necesita fe. Un pacto matrimonial nunca permite que nadie crezca. Un pacto es algo calculado, astuto; sirve para los negocios, no para el amor.

Cuando un hombre y una mujer no se temen entre ellos, ni temen deshacerse del ego, se lanzan el uno al otro. El salto es tan profundo que se fusionan entre sí. En realidad se vuelven uno y cuando esta unidad surge entonces el amor se transforma en oración. Cuando esta unidad sucede, entonces el amor se impregna de una calidad religiosa.

Pequeño gesto, gran diferencia

Mientras venía por el autobus mil cosas pasaron por su mente, algunas intentaba suprimirlas mediante la fuerza de voluntad y otras resultaban imposible. Dejó que fluyeran.
Su interior se encontraba cargado de energía, sentía que estaba atrapada bajo mil cadenas infranqueables, quería eliminarlas por completo pero eso no dependia de ella ni de cuanto confiara y creyera en su luz.

-Evidentemente existen situaciones que escapan de nuestras manos- pensó mientras más pasajeros se amontonaban en la máquina expendedora de boletos. Miró a cada uno de ellos y trato de vislumbrar que es lo que ocultaban las miradas. Es decir, que historias cargaban aquellas personas mientras esperaban su turno para pasar la tarjeta del autobus. Había quienes poseían una mirada opaca, triste, monótona y a otros se los notaba alegres, despreocupados...felices. Coincidentemente eran miradas de niños y en menor proporción gente adulta.

- ¿En que categoria estaré incluida?- pensó mientras intentaba ver su rostro a traves del reflejo de la irrompible ventana del autobus.

Esforzó su mirada para intentar distinguir su reflejo. Notó que su actitud correspondía a la primera. A pesar de ello intentó relajar su rostro, acomodó su cabello de manera diferente, sonrió para sus adentros y nuevamente se miró. Nada habia cambiado...sus ojos seguían tristes.

- ¿Las personas notarán mi tristeza? ¿Pensarán e imaginaran el motivo por el cual estoy de esta manera?- se preguntó mientras recurría a su gastado par de anteojos de sol. Justo en ese momento recordó las sabias palabras de su abuelo: siempre mostrar una sonrisa aunque por momentos tengamos ganas de llorar, gritar y ser libres para expresar nuestras verdaderas tristezas.

Meditó unos segundos el verdadero significado y comprendió. "Siempre habrá alguien más triste que uno, alguien que necesite de nuestra comprensión; una sonrisa y un buen gesto pueden hacer la diferencia en la vida de alguien".
De repente un fuerte intercambio de palabras provenientes de la puerta llamaron su atención. Era una mujer mayor, con problemas de visión y dificultad para moverse. No tenía las monedas justas para pagar el importe a lo cual el chofer, con muy malos modales, le exigía que pague el boleto o, en caso contrario debería bajarse del autobus. La humilde mujer imploraba que la dejara viajar...
Ante tal situación la joven mujer iba decidida a ayudarla.
- Señora aquí tiene su boleto- manifestó mientras introducia las monedas y retiraba el boleto correspondiente- ahora puede viajar tranquila. Entregó el boleto a la anciana.
- ¡Gracias! te lo agradezco de corazón- respondió sorprendida mientras unas lagrimas corrían por su cansada mejilla.
- No me agradezca señora- sostuvo la joven mientras le sonreía- hice lo que sentía.

La muchacha llegó a destino y bajó del autobus. A pesar que en su vida nada había cambiado se sintió más libre, más liviana, con menos cadenas que impedían que desplegara sus alas.Sintió felicidad...

Volvió a guardar sus anteojos de sol y caminó las rutinarias cuadras que la separaban de su hogar. Pero algo había cambiado: estaba sonriendo...

martes, 22 de junio de 2010

Maneras de actuar

¿Con que frecuencia nos encontramos frente a inolvidables y verdaderos héroes y no somos capaces de apreciar lo elemental de la vida? El ejemplo radica en esas personas que marcan la diferencia, nos abren los ojos para poder apreciar la vida y realizan nuestra apertura mental para dejar el prejuicio y los preconceptos.

Llegar con el magro sueldo que lograba reunir al final de cada mes resultaba cada día más dificultoso. La imaginación y creativad para que cada centavo sea infinito resultaba de lo mas extraño, por no decir triste. El Negro -como le decían en el barrio- a estas alturas parecía todo un gran chef, pero no por los refinados platos que elaboraba sino por la manera ingeniosa con que lograba otorgarle un sabor único y deliciosos a las sobras que conseguía pidiendo en las opulentas casas que indicaban la distancia entre su humilde morada y su lugar de trabajo.


Nunca sintió verguenza ni humillacion por ir a pedir algo de comida para alimentar a sus dos pequeños hijos, ropa con que cubrir sus magros cuerpos en las frías noches de invierno, o algunas monedas para comprar medicamentos. El Negro era un hombre honrado que conseguía el pan de cada día trabajando desde mucho antes que el sol asomara en el lejano horizonte hasta entrada la abismal obscuridad indicando el final del día. Pero ser honrado no resultaba suficiente para alimentar a sus pequeños hijos. Por eso recurría a cualquier tipo de ayuda y nunca se sintió apenado ya que su prioridad era procurarle el alimento a esas dos criaturas que había concebido con su amada esposa.

Todas las noches antes de cerrar los ojos lloraba en silencio por la dura realidad que les había tocado vivir y por su amado país que lo llevaba a vivir una existencia cada vez más marginal. Lloraba en silencio por el dolor constante que sentía en su estómago a causa de no ingerir el suficiente alimento. Siempre decia irónicamente, su esposa, que la mayor parte de las horas del día las pasaba en el baño. Pero lo que la Negra no sabía es que su marido ingería diariamente cuatro litros de agua y de esa forma lograba mitigar los fuertes espasmos producidos por el hambre. Eso no importaba...

Lo importante era poder alimentar a sus pequeños para que crecieran fuertes y para que no cayeran en estado de desnutricion nuevamente. El año anterior sus hijos tuvieron que ser hospitalizados por presentar un estado de desnutrición severa. Y cuando, gracias al milagro de Dios, regresaron a su hogar luego de mucho tiempo encerrados dentro de las cuatro paredes del hospital el Negro juro que a sus hijos nunca más les faltaría un plato de comida en la mesa. Y así lo hizo.

Muchas veces se encontraba con personas que le cerraban la puerta en la cara cuando pedía, otros le argumentaban negativamente diciendo que seguramente sería para comprar bebidas alcoholicas o algún otro vicio. "No saben lo que dicen", pensaba con el pecho oprimido cada vez que escuchaba tales barbaridades. Pero como era un hombre honrado y educado simplemente agachaba la mirada y agradecía.

Él nunca flanqueaba el paso y seguía con el mismo ímpetu y espíritu guerrero de siempre. Incluso cuando le hacía frente a las terribles heladas del crudo invierno desde la iluminada esquina donde se instalaba desde hace diez años a vender el diario a las mismas personas que frecuentemente le cerraban la puerta en la cara...


lunes, 21 de junio de 2010

Los Otros, Ellos y Nosotros

La calma aparente resultaba acorde con los ánimos fingidos de ellos que nunca dejaron,hasta este instante, de custodiar las barreras para que pudiéramos traspasar los límites impuestos irrevocablemente por los otros.

Ellos habían permanecido de nuestro lado y diariamente nos preguntamos que factores externos modificaron sus actitudes, a simple vista se cree que los otros lograron lo que nosotros no pudimos lograr. Lo único que anhelábamos era ,simplemente, el bien común para poder distribuirlo de la manera que nos era impuesta por Él. Asimismo pareciera que los Otros adquirieron dominio de lugares inoportunos.

Lo que todos saben y nadie se anima a mencionar en voz alta es que obtuvieron fuerzas de las tinieblas. Ese lugar se mantiene oculto a nuestros ojos pero según rumores se trata de una recóndita tierra rodeada por una espesa bruma, asfixiante y abrumadora.

Los que saben sostienen que una vez dentro es imposible salir y los caminos que indican el retorno paulatinamente se vuelven imperceptibles a nuestros ojos. Por el momento la suerte se mantiene a nuestro lado porque seguimos junto a él, en el camino de la claridad y sencillez.
De todas maneras resulta desconcertante comprender el motivo por el cual eligieron emprender la ardua lucha contra ellos mismos...

Eran parte de
nosotros...

Desde aquí quisiéramos creer que fueron tentados para actuar enceguecidos por la codicia del poder infinito. En lo más profundo de su ser saben que son parte nuestra y que por el momento se mantendrán en contra de sus ideales motivados por el afán de conseguir lo que les prometieron...

Pero llegará el día en que levantarán la vista desde su limitado horizonte y enfrentaran al poder hipnótico y narcótico que ejercen los otros sin clemencia. Justo en ese instante regresarán a nosotros y el bien triunfará por sobre los que pretenden hundirnos en pos de sus egocéntricos beneficios y avaricia insaciable.

Juntos triunfaremos pero, mientras la lucha no concluya, tendremos que continuar juntos para que ese momento llegue...

domingo, 6 de junio de 2010

Buenas compañias

No hay mapas para ir al encuentro del AMOR TRASCENDENTE, pero es indispensable que el otro despierte en nosotros cierto tipo de INCONDICIONALIDAD.

Este toque incondicional del amor se manifiesta en la sensación de un encuentro de almas, en el mágico erotismo que el otro despierta en mí, en la atracción sexual, en las ganas de estar juntos… No se puede explicar, es ese bienestar, esa alegría del corazón que se siente por el solo hecho de que el otro esté cerca.

Cuando esa llama arde en nuestro corazón, parece que estuviéramos en las nubes… Pero claro, no somos puro corazón y tampoco podemos estar siempre en las nubes. También vivimos en forma terrenal, y tenemos necesidades, gustos, criterios, cuidados y preocupaciones que influyen en la relación. Dicho de otra forma, necesitamos también que el otro “encaje” en nuestras “preferencias”. Llamo a esto EL ASPECTO CONDICIONAL DEL AMOR, y resulta difícil y pernicioso ignorarlo por completo. Porque como lo anuncia el Talmud desde hace más de dos mil años, un pájaro y un pez pueden enamorarse y hasta formar una pareja, pero… ¿dónde harían el nido?

Estos dos aspectos del amor, la INCONDICIONALIDAD con la que se encuentran las almas y la CONDICIONALIDAD que imponen los gustos y las preferencias de ambos, deben seguir siempre presentes y ser al menos compatibles para que la pareja trascienda.

Al elegir una pareja, en primer lugar, tenemos que dejar que el CORAZÓN, el ALMA, nos guíen y después que la CABEZA acompañe, porque a menos que se trate de un pez y un pájaro, siempre es posible llegar a encontrar un terreno en común en nuestros gustos. PODEMOS ACOMODAR NUESTRAS CONDICIONES, PERO DE NINGUNA MANERA ES POSIBLE “FABRICAR” LO INCONDICIONAL; EL ENCUENTRO DE ALMAS SUCEDE O NO SUCEDE.

No es posible establecer proporciones de uno y otro aspecto. Varía de pareja en pareja y, de hecho, es normal que esto sufra modificaciones con el correr del tiempo. Por ejemplo, la primera etapa, la del noviazgo, es un terreno propicio para que se desarrolle el encuentro INCONDICIONAL, pero después, al casarse y construir un proyecto, formamos un hogar, generalmente tenemos hijos, y hacemos planes para el futuro personal y profesional, individual y compartido. Es entonces cuando crecen los aspectos más CONDICIONADOS del amor: disfrutamos de la sensación de estar remando juntos en el mismo barco y en igual dirección.

Muchas parejas caen en el error de descuidar en estas etapas el cultivo del AMOR INCONDICIONAL que habita en cada uno, olvidando los tan importantes espacios donde se disfruta de “hacer nada juntos”, especialmente una vez establecidos y conviviendo, cuando el proyecto en el mundo externo no necesita tanto de nuestra atención.

No es casual que muchísimas crisis de pareja aparezcan, como la mayoría de los pacientes denuncian…. “justo cuando teníamos todo y podíamos empezar a disfrutarlo”. Aquí la atención, digamos, se corre un tanto de los aspectos CONDICIONADOS, ya que la mayoría han sido “resueltos”, y repentinamente se “dan cuenta” que poco ha quedado de lo otro. Durante estas crisis todo parece estar ordenado y prolijo, pero si no hay “encuentro de almas” la vida en pareja se suele convertir en un gran “vacío” y la rutina terminará abarcándolo todo.

Fuente: http://www.companiasblog.com.ar/

jueves, 3 de junio de 2010

Hermano...

Hermano hoy te escribo convencida de que algún día leerás estas palabras. Se que los casi 1000 km de distancia son un obstáculo que no nos permiten tener un diálogo cara a cara. Pero aún así cuando regreses en un par de meses te convenceré para que leas mi blog y trataré de persuadirte para que prefieras mis palabras solo por un momento por sobre tu actividad de esparcimiento predilecto: la magia. Con respecto a eso tengo que confesarte que tan grande es tu afición por el ilusionismo que parte de ese entusiasmo también es mío, lo hice parte de mí. Gracias por todos esos trucos increíbles, los disfruto muchísimo a pesar que al principio intentaba por todos los medios averiguar como los hacías. Me encanta tu capacidad de conjugar la carrera universitaria con lo que realmente te apasiona, en el fondo se que eres una persona que solo quiere ver feliz a la gente que te rodea. Nos hace feliz verte feliz.

Pero desde hace algún tiempo no podemos ser felices por que ya no eres tú, no eres el que eras, parecería que dentro de tu ser algo se fué apagando de a poquito. Sé que estás pasando por un momento difícil y te juro que si dependiera de mí viviría tu sufrimiento como propio, como si fuese mío. Me duele mucho tu dolor.

Supongo que se debe a que he vivido más cosas, y los años me fueron curtiendo de a poco para poder tolerar las situaciones mas arduas que en la vida se van presentando: nos golpeamos, nos caemos y nos levantamos; escalamos la cima y eventualmente, ante la posibilidad de descenso brusco, toda la experiencia y las situaciones vividas en el pasado sirven para apaciguar y suavizar el golpe. Sé que tienes que hacer tu propia experiencia de vida pero cuando miro esos ojitos, antes radiantes, solo veo una mirada taciturna, desolada y siento tal furia que urgentemente se posesiona de mí. No puedo hacer nada para frenar tu dolor...

Me encantaría decir que todo lo que te abruma pasará rápido y que algún día entenderás el por que suceden las cosas de cierta manera y no de otras. Es así, el tiempo cura y brinda las respuestas a estos interrogantes que hoy no encuentran un veredicto.
Quisiera poder aliviar tu pena, aunque más no sea por un breve período de tiempo, para que logres descansar de tanto desconsuelo.

En varias oportunidades he llegado a preguntarme por que las personas más buenas, puras de alma y sin maldad alguna experimentan en demasiadas ocasiones un dolor tan profundo, provocado por otras. No logro descifrar ni encontrar una sentencia firme ¿ será producto de una completa entrega o de excesiva confianza?
De cualquier manera, me duele muchísimo notar como perdiste tu brillo, tu carisma, tus ilusiones, tu alegría y tu particular forma de ser.

Desde aquí te digo que si en alguna ocasión necesitas un hombro en el cual descansar, un oído a quien contarle todo lo que llevas guardado dentro de tu alma, o sencillamente una compañía con quien compartir el mas abismal de tus silencios estaré para ti.

Sostendré tu mano...

Estoy contigo...


Hermano se te extraña...¿cuando volverás a ser el que eras?